Seguimos avanzando en este camino de valores que, desde mi experiencia, son “nuestra mejor arma” para hacer realidad nuestros sueños. Hoy llegamos a un valor que actúa como hilo conductor entre todo lo que pensamos, decimos y hacemos: la coherencia.
La coherencia es ese valor que nos permite alinear nuestras decisiones con lo que realmente sentimos. Es actuar en consonancia con nuestros principios, incluso cuando es más cómodo o tentador hacer lo contrario.
En mi infancia, descubrí la fuerza silenciosa de este valor en el ejemplo diario de mi abuela. Su sensatez, su prudencia y su serenidad la convertían en el pilar de la familia. Nunca necesitó alzar la voz: era su manera de vivir la que transmitía el mensaje más claro. Era prudente en su forma de hablar, de actuar y de acompañar a los demás.
“Nunca te arrepentirás de una palabra que no has dicho.”
A lo largo de mi carrera, he entendido que la coherencia no es algo teórico. Es una brújula práctica. Lo vi claramente en el entorno de Rafael Nadal. Desde sus inicios, su familia —y en especial su tío y entrenador, Toni Nadal— aplicaron siempre el sentido común como base de todas las decisiones, priorizando la sencillez por encima de todo.
Aunque Rafa destacó muy joven como profesional, supieron priorizar que viviera su juventud como un chico más, y que creciera, ante todo, como persona. Esa claridad, sin duda, fue uno de los pilares invisibles que favoreció su estabilidad durante toda su carrera.
“La coherencia es la brújula que nos guía hacia las decisiones más acertadas.”
También he aprendido que, en momentos de presión e incertidumbre, no siempre es fácil mantener la coherencia. Por eso es tan importante tomarse un tiempo para reconectar con lo que de verdad uno siente, hasta que el camino se vuelve más claro. Cuando acompaño a otros en ese proceso, intento que sea la coherencia la que les ayude a tomar decisiones que les permitan seguir creciendo.
“La coherencia sostiene; la incoherencia consume.”
La próxima semana hablaremos de otro valor profundamente humano: la unión. Ese vínculo que da fuerza, sentido y compañía en el camino hacia los sueños.
Con muchas ganas de leer vuestros comentarios.
Nos vemos en el siguiente peldaño.